Nerio Ríos: El roble gaitero

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“Al cabo de los años,
un hombre puede simular muchas
cosas, menos la felicidad…”
Jorge Luis Borges (1899-1986)

Ese día, con 17 años resplandecientes y acompañado por su madre Francisca Pedreáñez, Nerio Enrique entró a la sede de Ondas del Lago Televisión Canal 13, ubicado en el centro de la ciudad, muy cerca de la rada lacustre, en plena zona comercial. Como participante aficionado cantó y tocó su cuatro, con brillante ejecutoria. Él no se imaginó que esa tarde, los aplausos que levantó, marcaban su entrada al mundo del canto popular zuliano, con su centenaria tradición de gaitas, danzas y contradanzas.

Ese muchacho que había nacido el 25 de enero de 1938, dejó buena impresión en la audiencia de la planta televisora fundada por Nicolás Vale Quintero en 1956. Su voz brillante, su cuidada dicción y afinación, su porte atlético y apresto para acompañarse al cuatro eran portentos de un auténtico artista. Al año siguiente, entró al conjunto de Miguelito Rodríguez, con ellos logró llegar a Caracas y actuar en “El Show de la las Doce” de Víctor Saume, pionero de los talk-shows meridianos en Venezuela, que luego continuaron los maestros animadores Héctor Monteverde, Renny Ottolina y otros de menos monta que la historia borró.

En 1962, Nerio Enrique Ríos Pedreáñez, que ya había demostrado su talento para cantar, es invitado a participar como figura estelar del conjunto Saladillo, al lado de Moisés Martínez, Leandro Soto y Nerio Matheus. Allí comienza su escalada de éxitos en la gaita, con “Gaita Zuliana” o “La Campeona”, grabada a tres voces en 1962:

“Están acabando la gaita que es tradición
por estar cantando música de otra nación.
La Chiquinquirá la gaita nos la cedió
para que cantemos la gloria que Dios nos dio…”
(Moisés Martínez)

La misma fórmula de triunvirato vocal se aplicó en 1964, cuando grabó junto a Moisés Martínez y Leandro Soto el tema clásico “La Cabra Mocha”:

“Ahí viene la Cabra Mocha de Josefita Camacho
es mocha de los dos cachos, del rabo y las dos orejas
y es por eso que no deja que la cojan los muchachos”
(Pradelio Hernández)

Con la interpretación de “Aniceto Rondón”, en 1964, logró rescatar del olvido una forma musical muy elegante, hermosa, muy parecida al danzón cubano: la contradanza.

“En la ventana ponía
bandera al que le tocaba
hacer la fiesta paraba
al amanecer el día…”
Autor no determinado)

Este tema homenaje a Aniceto fue grabado 25 años por Guaco en la voz de Amílcar Boscán, con arreglo musical del maestro José Luis García y resultó un éxito nacional.

En ese primer lustro de grabaciones y actuaciones, Nerio Ríos logra tanto reconocimiento, que en el año 1967, ante la salida de las filas de los Cardenales del Éxito de su voz líder Ricardo Aguirre, lo llaman para suplirlo, para ser el cantante de primera línea en la divisa más fuerte de la gaita. Cardenales era el duro rival del Conjunto Saladillo y del Rincón Morales.

Con la nueva divisa cardenal consolida éxitos como “Dale a la Gaita” de Silfredo Meléndez en 1970, “La Restinga” del poeta Otilio Galíndez (1935-2009), “Lago Ideal” de Luis Ferrer en 1973, y la protesta “Qué viva el gobierno”, con el introito actuado del actor y parrandero Daniel Alvarado.

En los años sesenta pegó varios temas del prolífico compositor Firmo Segundo Rincón (1921-2008): “Antizuliano”, “Reversión”, “Independencia ya”, protestas que tuvieron difusión nacional en la radio.

“Antizuliano traidor
que la gaita nos prohíbes
porque de ella no recibes
un aplauso a tu favor
Pues la reina del folclor
tan pueblerina y sencilla
no se vende, no se humilla
ni se entrega por temor” (1971)

Cuando unió su talento al del poeta Luis Ferrer en 1973, crearon el tema “Lago Ideal”, hermosa oda al lago Coquivacoa, con el magistral introito de cuatro ejecutado por el maestro Douglas Isea.

“Hilos de plata tejen estrellas en tus palmeras
El viento norte trae a tu rada viejas piraguas…”

En 1981 repiten la fórmula exitosa de binomio cantor-compositor con la protesta “Dos Fronteras” que grabó Cardenales del Éxito:

“Ni un pedazo más de tierra
daremos a otra nación
me abro en dos el corazón
para que en sangre se escriba
si no luchan los de arriba
pelearemos los de abajo
y si hay que hacer una guerra
la guerra haremos, carajo”

Nerio Ríos es un representante activo del boom de la gaita de los años sesenta, que logró penetrar los medios nacionales. Junto a los talentosos Germán Ávila, Enrique Gotera, José Tineo, fue voz e imagen de la gaita que conquistó las televisoras y sonó en todas las emisoras del país. Cincuenta años después, sigue vigente al frente de su Fundación para la Gaita y el Folclor FUNGANER, como presidente de la misma y cantando con su grupo Legados, junto a sus sobrinos Chicho Bermúdez, Carlos Javier y Adafel Uzcátegui. Con Legados actúa al lado de sus amigos Hernán Finol, Gerardo Ardín y sus tres hijos. Con toda justicia, sus compañeros cantores y cronistas de la música lo llaman “El roble de la gaita”.

En el 2008, Nerio Ríos creó el “Festival una Gaita para San Francisco”, donde convocó a los gaiteros de las seis parroquias sureñas a participar en varias categorías, con un jurado calificador de prestigio. Esta idea fue apoyada por el entonces candidato, economista Omar Prieto Fernández, actual alcalde del municipio San Francisco. Resultó un éxito de tal magnitud que propició que se instituyera el festival y creciera.
“Al cabo de los años,
un hombre puede simular muchas
cosas, menos la felicidad…”
Jorge Luis Borges (1899-1986)

Ese día, con 17 años resplandecientes y acompañado por su madre Francisca Pedreáñez, Nerio Enrique entró a la sede de Ondas del Lago Televisión Canal 13, ubicado en el centro de la ciudad, muy cerca de la rada lacustre, en plena zona comercial. Como participante aficionado cantó y tocó su cuatro, con brillante ejecutoria. Él no se imaginó que esa tarde, los aplausos que levantó, marcaban su entrada al mundo del canto popular zuliano, con su centenaria tradición de gaitas, danzas y contradanzas.

Ese muchacho que había nacido el 25 de enero de 1938, dejó buena impresión en la audiencia de la planta televisora fundada por Nicolás Vale Quintero en 1956. Su voz brillante, su cuidada dicción y afinación, su porte atlético y apresto para acompañarse al cuatro eran portentos de un auténtico artista. Al año siguiente, entró al conjunto de Miguelito Rodríguez, con ellos logró llegar a Caracas y actuar en “El Show de la las Doce” de Víctor Saume, pionero de los talk-shows meridianos en Venezuela, que luego continuaron los maestros animadores Héctor Monteverde, Renny Ottolina y otros de menos monta que la historia borró.

En 1962, Nerio Enrique Ríos Pedreáñez, que ya había demostrado su talento para cantar, es invitado a participar como figura estelar del conjunto Saladillo, al lado de Moisés Martínez, Leandro Soto y Nerio Matheus. Allí comienza su escalada de éxitos en la gaita, con “Gaita Zuliana” o “La Campeona”, grabada a tres voces en 1962:

“Están acabando la gaita que es tradición
por estar cantando música de otra nación.
La Chiquinquirá la gaita nos la cedió
para que cantemos la gloria que Dios nos dio…”
(Moisés Martínez)

La misma fórmula de triunvirato vocal se aplicó en 1964, cuando grabó junto a Moisés Martínez y Leandro Soto el tema clásico “La Cabra Mocha”:

“Ahí viene la Cabra Mocha de Josefita Camacho
es mocha de los dos cachos, del rabo y las dos orejas
y es por eso que no deja que la cojan los muchachos”
(Pradelio Hernández)

Con la interpretación de “Aniceto Rondón”, en 1964, logró rescatar del olvido una forma musical muy elegante, hermosa, muy parecida al danzón cubano: la contradanza.

“En la ventana ponía
bandera al que le tocaba
hacer la fiesta paraba
al amanecer el día…”
Autor no determinado)

Este tema homenaje a Aniceto fue grabado 25 años por Guaco en la voz de Amílcar Boscán, con arreglo musical del maestro José Luis García y resultó un éxito nacional.

En ese primer lustro de grabaciones y actuaciones, Nerio Ríos logra tanto reconocimiento, que en el año 1967, ante la salida de las filas de los Cardenales del Éxito de su voz líder Ricardo Aguirre, lo llaman para suplirlo, para ser el cantante de primera línea en la divisa más fuerte de la gaita. Cardenales era el duro rival del Conjunto Saladillo y del Rincón Morales.

Con la nueva divisa cardenal consolida éxitos como “Dale a la Gaita” de Silfredo Meléndez en 1970, “La Restinga” del poeta Otilio Galíndez (1935-2009), “Lago Ideal” de Luis Ferrer en 1973, y la protesta “Qué viva el gobierno”, con el introito actuado del actor y parrandero Daniel Alvarado.

En los años sesenta pegó varios temas del prolífico compositor Firmo Segundo Rincón (1921-2008): “Antizuliano”, “Reversión”, “Independencia ya”, protestas que tuvieron difusión nacional en la radio.

“Antizuliano traidor
que la gaita nos prohíbes
porque de ella no recibes
un aplauso a tu favor
Pues la reina del folclor
tan pueblerina y sencilla
no se vende, no se humilla
ni se entrega por temor” (1971)

Cuando unió su talento al del poeta Luis Ferrer en 1973, crearon el tema “Lago Ideal”, hermosa oda al lago Coquivacoa, con el magistral introito de cuatro ejecutado por el maestro Douglas Isea.

“Hilos de plata tejen estrellas en tus palmeras
El viento norte trae a tu rada viejas piraguas…”

En 1981 repiten la fórmula exitosa de binomio cantor-compositor con la protesta “Dos Fronteras” que grabó Cardenales del Éxito:

“Ni un pedazo más de tierra
daremos a otra nación
me abro en dos el corazón
para que en sangre se escriba
si no luchan los de arriba
pelearemos los de abajo
y si hay que hacer una guerra
la guerra haremos, carajo”

Nerio Ríos es un representante activo del boom de la gaita de los años sesenta, que logró penetrar los medios nacionales. Junto a los talentosos Germán Ávila, Enrique Gotera, José Tineo, fue voz e imagen de la gaita que conquistó las televisoras y sonó en todas las emisoras del país. Cincuenta años después, sigue vigente al frente de su Fundación para la Gaita y el Folclor FUNGANER, como presidente de la misma y cantando con su grupo Legados, junto a sus sobrinos Chicho Bermúdez, Carlos Javier y Adafel Uzcátegui. Con Legados actúa al lado de sus amigos Hernán Finol, Gerardo Ardín y sus tres hijos. Con toda justicia, sus compañeros cantores y cronistas de la música lo llaman “El roble de la gaita”.

En el 2008, Nerio Ríos creó el “Festival una Gaita para San Francisco”, donde convocó a los gaiteros de las seis parroquias sureñas a participar en varias categorías, con un jurado calificador de prestigio. Esta idea fue apoyada por el entonces candidato, economista Omar Prieto Fernández, actual alcalde del municipio San Francisco. Resultó un éxito de tal magnitud que propició que se instituyera el festival y creciera.

En el 2012 se realizará la quinta edición de este festival que en el año 2011 logró reunir a 35 conjuntos gaiteros de varios municipios zulianos, para participar en la gran noche final realizada en la Plaza Bolívar.

En la actualidad, Nerio está dedicado a la enseñanza de la gaita en las escuelas del sur, junto a su esposa Iris García, hija del gran dirigente obrero Pantaleón García, líder de la huelga petrolera de 1936; y acompañado por sus hijos, que son buenos instrumentistas, se proyecta como el gaitero activo de mayor jerarquía en el país. Su imagen es la de un buen cantante, director de conjuntos, figura que se ha paseado por cinco décadas en la gaita, erguido, con personalidad de artista integral, haciendo historia en cada actuación.

Sin duda, el maestro Nerio Ríos ha alcanzado la meta más alta en la vida: ser feliz y poder prodigar su felicidad con sus amigos y discípulos.

Twitter: @leonmagnom
En el 2012 se realizará la quinta edición de este festival que en el año 2011 logró reunir a 35 conjuntos gaiteros de varios municipios zulianos, para participar en la gran noche final realizada en la Plaza Bolívar.

En la actualidad, Nerio está dedicado a la enseñanza de la gaita en las escuelas del sur, junto a su esposa Iris García, hija del gran dirigente obrero Pantaleón García, líder de la huelga petrolera de 1936; y acompañado por sus hijos, que son buenos instrumentistas, se proyecta como el gaitero activo de mayor jerarquía en el país. Su imagen es la de un buen cantante, director de conjuntos, figura que se ha paseado por cinco décadas en la gaita, erguido, con personalidad de artista integral, haciendo historia en cada actuación.

Sin duda, el maestro Nerio Ríos ha alcanzado la meta más alta en la vida: ser feliz y poder prodigar su felicidad con sus amigos y discípulos.

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