Anécdotas y visión de la Plaza Baralt

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La Plaza Baralt viene dando colorido y marcando historia desde el siglo XIX, anteriormente se conocía como Plaza de la Convención y originalmente se le llamo Plazuela de El Convento. Era el corazón del antiguo Maracaibo y su comercio, es decir un Time Square de Nueva York o un Picadilly Circus de Londres. Los maracuchos coincidían en la Plaza para conversar y comentar las noticias escritas en una pizarra publica que allí existía. La primera piedra para el monumento de Rafael María Baralt se colocó en 1883 y se inauguró la plaza el 28 de octubre de 1888, con su estructura de bronce y pedestal de mármol al pie de la obra.

Nuestra Plaza Baralt es patrimonio regional y municipal por tener 12 edificios de valor histórico y 2 monumentos nacionales como lo son la Iglesia El Convento y el Centro de Arte “Lía Bermúdez”. Conserva su brillo de otrora con su estilo colonial. Tiene el primer rascacielos de 4 pisos con ascensor de la ciudad, es decir el edificio de la Botica Nueva con una altura  de 20mts., un área de 525m2 y 88 años de construido, que conjuntamente con los edificios del Hotel Victoria, Mercado Principal, Mac Gregor, el Tempo de San Francisco o Convento, Edificio Tito Abbo, entre otros, constituyen el orgullo patrimonial de los zulianos.

Entre sus páginas de anécdotas destaca el barbero de la calle Colón, quien al escuchar una discusión entre dos personas sobre el gobierno del General Venancio Pulgar, quiso entrar en su defensa y señalando la estatua de Baralt con su navaja de afeitar en mano, tuvo la mala suerte de cortarle la oreja a un transeúnte que pasaba en ese momento y por esa razón fue a parar a la estación de la policía

Durante muchos años se realizó el paseo inaugural de la fiestas de carnaval y también los actos conmemorativos al Centenario del 19 abril de 1810. Así mismo, los maracuchos disfrutaron del acto innovador de la ascensión de un hombre al espacio en un globo aerostático, cuyo combustible era aire caliente, proveniente de una estufa de material de alfarería construida en el suelo.

Muchos recordaran la Sastrería High Life dirigida por Romeo Painchaud, la Joyería Cupello, la Botica Nueva, el Restaurant Blue Book y el corazón del pueblo, el Bar Rotario, que era escenario de memorables peleas y juergas por parte de los extranjeros, en el inicio de la explotación petrolera, bajo la mirada atónita de los zulianos. Con toda seguridad que los asistentes al Teatro Baralt que fueron a disfrutar de la pianista Teresa Carreño (1886), el cantante Carlos Gardel (1935) y el comediante Cantinflas (1943), cruzaron la calle 96 o Ciencias, pasaron al lado del templo El Convento y llegaron a la Plaza Baralt, a disfrutar de su colorido, hospitalidad y ofertas o gangas de los folclóricos vendedores informales de la zona.

Con una visión de proyecto de ciudad y aprovechando la memoria histórica que gira alrededor de la Plaza Baralt, se hace menester que todos los organismos educativos, turísticos y culturales, lideren una cruzada histórica que transforme este sitio en una realidad cultural, donde se rescaten los valores y las tradiciones de los maracuchos y todos los zulianos. Siempre he considerado que la Plaza Baralt debe ser enfocada como la Plaza Mayor de Maracaibo, para ello se debe cumplir con transformar la Avenida Libertador en un área peatonal y con tráfico vehicular controlado para su integración.

Para ello debemos unir la Avenida El Milagro con la Avenida Los Haticos mediante un puente de 1km. de longitud, el cual debe ser proyectado con visión turística, esto permitirá integrar el Malecón con la Plaza Baralt y aprovechar todos los edificios patrimoniales existentes para establecer una ruta turística, cultural y religiosa que incluya al Teatro Baralt, el Centro de Arte “Lía Bermúdez”, la Catedral, la Basílica, el templo de Santa Bárbara y nuestra iglesia de Santa Lucia, culminando en la Plaza Baralt, donde los guías turísticos nos puedan hablar de la Maracaibo de antaño, con sus tradiciones y costumbres, hasta disfrutar de los ricos platos maracuchos con un cierre de postres criollos y una gama de la rica música zuliana que considere danzones, danzas, contradanzas, décimas, gaitas y otras expresiones musicales genuinas de nuestra región.

Sólo se requiere voluntad política y un grupo de soñadores zulianos que con el apoyo del sector privado y público, puedan desarrollar un Plan Maestro, proyectado por etapas hasta el 2029, cuando con su inauguración integral celebremos los 500 años de la fundación de nuestra ciudad, honrando con esto a la “Maracaibo Tierra del Sol Amada”, plasmada en el poema “Adiós a la Patria” de nuestro insigne escritor zuliano Rafael María Baralt Pérez. Se escuchan propuestas.

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