Lo que comenzó como una simple inquietud de un grupo de niños y adolescentes se convirtió con el paso de los años en uno de los patrimonios culturales de Cabimas y del Zulia.
El grupo de gaita Barrio Obrero de Cabimas nació hace cuarenta y nueve años a raíz de la iniciativa de un grupo de jóvenes habitantes del sector que lleva el mismo nombre. Ahora, tres generaciones de músicos (padres, hijos y nietos) integran esta agrupación que ya cuenta con más de cincuenta producciones discográficas y más de quinientas composiciones inéditas.
Lula Silva, actualmente es directora de Fundacultura, pero durante los últimos cuarenta y cuatro años ha sido una de las voces más emblemáticas de esta agrupación gaitera.
Silva cuenta que todo comenzó hace ya casi medio siglo, cuando Héctor Silva Narváez, fundador principal de este concepto musical, fue a una parranda en el sector Puerto Escondido y le llamó la atención el sonido emitido por instrumentos como el furro y el cuatro.
Entonces, llegó al sector Barrio Obrero, lugar donde residía y le planteó a sus amigos y conocidos la posibilidad de conformar un grupo, creando así una especie de pasatiempo.
“En aquella época no había televisión, ni mucho menos juegos de video, los niños y jóvenes se entretenían jugando perinola o metras, y cuando comenzamos a incursionar en la música toda la comunidad nos brindó su apoyo”.
Fue así como poco a poco fue tomando forma el grupo que más tarde fue bautizado Barrio Obrero. “Los Delgado, los Herrera, los Navarro, los Silva y varias personas, también habitantes de esta comunidad fueron los primeros exponentes de esta propuesta musical que en un principio contó con dieciocho personas”.
Héctor Silva destacó que Barrio Obrero ha sido y será una agrupación que sólo admite los instrumentos típicos de la gaita tradicional, como son: el furro, la tambora, la charrasca, el cuatro y las maracas.
Desde abajo
Barrio Obrero fue una de las primeras agrupaciones de Cabimas y de la Costa Oriental del Lago, y tal como lo explicó uno de sus principales promotores, Tito Delgado, su más valioso logro ha sido permanecer y mantener su esencia a través del tiempo.
Delgado comentó que hace cuarenta y nueve años, específicamente un 12 de octubre, jóvenes de edades comprendidas entre 14 y 16 años se abocaron a conformar un conjunto musical, en primera instancia, para darle vida a la parranda.
“En nuestros comienzos la mayoría no tenía conocimientos musicales ni sabía tocar un instrumento porque para esa época no existían las escuelas y academias que vemos hoy en día, como Fundacultura. Por eso, tuvimos que aprender observando a otros y consultando a artistas ya consagrados para cumplir nuestro objetivo”.
Para el año 1965, Barrio Obrero ya había lanzado su primera producción discográfica y también había comenzado a cosechar los frutos de tanta constancia y dedicación. En el primer festival de Industrias Pampero, Barrio Obrero se impuso sobre más de doscientas agrupaciones de Maracaibo. Citando las palabras de Lula Silva: “A Barrio Obrero no lo paraba nadie”.
De generación en generación
En la actualidad, Barrio Obrero le ofrece a sus seguidores su nueva producción para la temporada 2004-2005 titulada “El corazón de la gaita”. Tito Delgado, cuatrista de la agrupación, explicó que este nuevo trabajo contiene catorce temas, once de ellos son fieles al género de la gaita tradicional que los hizo famosos, y el resto son una décima, una danza y un villancico.
El tema promocional se titula “Si fuera petróleo sí”, y es una creación del compositor cabimense José “Bambaíto” Guzmán, quien hace alusión al grave problema de la presencia de la Lemna sp en el Lago.
Delgado señaló que una de las particularidades de Barrio Obrero es que se trata de una tradición que ha pasado de generación en generación prácticamente de forma espontánea.
“Los promotores e impulsores de este proyecto musical han sido fieles con el grupo y sus hijos y nietos han sentido la misma atracción por la gaita tradicional, la mayoría de ellos, desde muy temprana edad”.
José Alberto Delgado actualmente toca la tambora en el grupo, y acerca de sus inclinaciones musicales afirmó que desde muy pequeño observaba a su padre Tito Delgado y siempre quiso pertenecer al grupo. “Barrio Obrero de Cabimas fue una escuela para mí, porque allí me orientaron y me enseñaron a tocar la tambora, y al igual que yo hay muchos otros integrantes que desde temprana edad están ligados a este grupo gaitero”.
Por su parte, Alejandro Silva Vega, director musical de la agrupación, opinó que en nuestros días, la juventud se ve influenciada por muchas tendencias y ritmos ajenos a esta tierra, lo que ocasiona una desviación de valores. “Hay tanto material que les llega de afuera que la juventud se ha alejado de los valores propios para obedecer otros patrones y estilos”.