La agrupación UGD (La Universidad de la Gaita) nació en 1980, producto de una división del conjunto Cardenales del Éxito. Su primer álbum se convirtió en un clásico, una auténtica joya de la producción gaitera: “100 años de gaita”, un doble álbum de vinilo con fotos en sepia del puerto de Maracaibo del siglo XIX. Sus integrantes fundacionales fueron Renato Aguirre, Ricardo Cepeda, Astolfo Romero, Ender Fuenmayor, Danelo Badell y Ricardo Portillo, entre otros. De esa primera producción nacieron clásicos icónicos como “Aquel zuliano”, “La prenda de un pueblo” y “Cita con Ricardo”.
Luego de varias décadas de evolución musical, UDG logra ganar los Premios Pepsi-Music en 2015, la Gaita del Año 2016 con el tema “Para mi” interpretado por Danelo Badell. Temas como “La zulianita” del autor José Cheo Fernández y “Mi tierra zuliana” de Albis Reyes sonaron en toda la nación y obtuvieron importantes nominaciones. Con ese impulso promocional, en el 2018 la agrupación UDG se lanza a la conquista del mercado juvenil de Norteamérica y el Caribe.
Teniendo como base de su propuesta sonora, la gaita, incluye una alquimia de ritmos venezolanos, formas musicales fusionadas con la tamborera, la contradanza y el calipso. Es una apuesta a futuro, la cual han llamado: “UDG folkmusic and evolution”. Para ello mantiene una sólida base rítmica liderada por Albis Reyes, y una estructura armónica de vanguardia arreglada por Humberto Bracho. Con voces que representan lo más raigal del folclor zuliano: Danelo Badell y Ozías Acosta, quien además es su presentador carismático y reconocido humorista. Junto a Dionel Gutiérrez, solista de generación intermedia, y los jóvenes talentos emergente: Ronalbis Reyes, Diego Valles y Alex Cabrera. Se une a este elenco de excelentes cantantes, el talentoso cantautor nacido en Cabimas (1960) Jaime Indriago, con una destaca trayectoria en las agrupaciones Rincón Morales, VHG, Los Colosales, Mi Presente es Gaita. El tema gaitero promocional 2018 es de su autoría, titulado “Nos estamos quedando solos” dedicado a la diáspora venezolana en el mundo entero. Tiene como leitmotiv “el síndrome del nido vacío”, que afecta a los padres cuando sus hijos se trazan su propio rumbo en otras tierras, se marchan a hacer sus vidas, a desplegar sus carreras.
Su propuesta está enmarcada en la senda que han iniciado cultores latinoamericanos pioneros, artistas que unieron el folclor de su país, con la música urbana actual, como Carlos Vives en Colombia, Víctor Manuel en Puerto Rico, Juan Luis Guerra en República Dominicana y DLG en Nueva York. Es una herencia de la Onda Nueva de Aldemaro Romero y de la creatividad desplegada por Guaco en cinco décadas de producción musical. UDG es más que gaita, es música urbana para exportar.
Este proyecto está liderado por el ingeniero y empresario Nelson García, quien adquirió los derechos de La Universidad de la Gaita en 2014, y ha realizado la reingeniería de la organización, adecuándola al cambio permanente, adaptándola a los nuevos mercados musicales, dándole una imagen juvenil sin perder su esencia.
UDG es folclor en evolución, es música de Venezuela sobre la base de la gaita y la tamborera, que trata de seducir a los públicos juveniles de los Estados Unidos, sobre todo, en las zonas más latinas de esa unión norteña. Y de las naciones caribeñas, especialmente: Colombia, Panamá y México oriental.
La creatividad no tiene límites, la pulsión artística tampoco, y esas son las fuerzas que mueven al proyecto UDG en su búsqueda musical.
León Magno Montiel
@leonmagnom
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