El lunes 15 falleció Moisés Bracho, uno de los iconos de la gaita zuliana.
El ambiente gaitero está de luto. El furro y los tambores bajan su repicar para despedir a Moisés Bracho, el furrero que hizo de ése instrumento su fiel compañero de vida y que lo llevó a brillar entre las grandes agrupaciones de la década de los años 40 y 50.
El músico falleció la noche del lunes 15 a los 95 años en el barrio Santa Lucía, donde vivía desde que nació. Se mantenía inactivo desde 1988. Su retiro se debió a problemas de salud más que una decisión personal.
Su hijo Marcial aseguró que su padre era una persona muy jocosa y que su sentido del humor nunca cambió. “Hasta en sus últimos días se mantuvo esa ‘chispa’ que lo identificaba”, dijo el familiar.
Hijo de Doña Ana Albornoz y Enrique Bracho, pese a que su cédula de identidad señala como fecha de nacimiento el 11 de octubre de 1920 sus hijos señalan que había nacido el 13 de septiembre de 1913.
Durante su carrera formó parte como co-fundador e instrumentista de los conjuntos Santa Lucía, San Luis y Flor del Norte.
CEn 1982 aceptó la invitación de compartir filas con Alegres Gaiteros y durante su sencilla existencia sirvió de multiplicador natural en el arte de ejecutar el furro, su instrumento por excelencia.
También se desempeñó como pulpero, cuentacuentos y luthier de instrumentos de percusión.
“A Moisés Bracho se le debe la técnica de utilizar aros y tensadores para los furros y tamboras”, afirmó Alí Carrasquero, furrero y director musical del grupo Gran Chiquinquirá, quien además, le dedicó una estrofa en la gaita Los furreros .
Entre sus anécdotas se recuerda el haber acompañado las notas del himno nacional con su furro en la tienda Las 15 letras, arrancando un derroche de aplausos y alegría entre los presentes, no obstante, la actuación no fue del agrado de las autoridades policiales y de no haber sido por la inmediación de sus amigos, Moisés hubiera pasado la noche tras las rejas de la comisaria.
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