“Curiosamente, con el repaso de sus debilidades humanas
el escritor ha construido la mejor de sus fortalezas poéticas”
Mario Benedetti
Ernesto Cardenal, poeta nacido en Granada, Nicaragua el 20 de enero de 1925, ha recibido de manos de la Reina de España el Premio “Reina Sofía” de Poesía Iberoamericana 2012. Ataviado con un poncho amerindio, la boina negra sobre su cascada de canas y su sonrisa entre un nido de barbas; subió al pódium a recibir su presea, que incluye 42.100 euros.
Lo he visto con tanto regocijo, como si él fuera mi abuelo, o quizá un pariente entrañable, por lo justo que me resulta el reconocimiento a este gran poeta hispanoamericano, hombre de una vasta cultura, dedicado a predicar la palabra de Dios, a escribir “El Evangelio en Solentiname”, a formar con su ejemplo de austeridad y amor a sus semejantes.
A Ernesto Cardenal lo conocí en el Teatro Baralt de Maracaibo en 1980 cuando vino a un acto de solidaridad de Venezuela con el Gobierno Sandinista, entonces era su Ministro de Cultura, cargo que ocupó de 1979 a 1987. En esa ocasión en el teatro centenario en ruinas, poblado de fantasmas y palomas ermitañas, recitó su “Hora 0” y la “Oración por Marilyn Monroe”.
“Noches tropicales de Centroamérica
con lagunas y volcanes bajo la lluvia
y luces de palacios presidenciales,
cuarteles y tristes toques de queda”
(La Hora 0,1957)
Entro en You Tube para ver escenas de la ceremonia, coloco su nombre en el buscador y aparecen videos donde el poeta granadino recita en Veracruz, en los campus universitarios de Chiloé. En otros donde pinta entre los niños de Solentiname, isla ubicada en el Lago de Nicaragua, El Cacibolca. También aparece en uno celebrando una misa a los guerrilleros centroamericanos en 1978, en plena selva lluviosa y espesa. Su compromiso de hombre de izquierda ha sido inquebrantable, por ello recién reafirmó: “La iglesia católica es capitalista”. Él se ha distanciado de la jerarquía eclesiástica y mantiene una clara opción por los humildes. Agrega: “Cuando confirmamos que el 80% de los pobladores de este planeta viven en la pobreza, reconfirmamos que el sistema capitalista ha fracasado”.
“Yo no canto la defensa de Stalingrado
ni la campaña de Egipto
ni el desembarco en Sicilia
ni la cruzada del Rhin del general Eisenhower:
Yo canto a la conquista de una muchacha
ni con las joyas de la Joyería Morlock
ni con los perfumes de Dreyfus
ni con las orquídeas dentro de una caja de mica
ni con Cadillac
sino solamente con mis poemas la conquisté”
(Epigramas, 1961)
Cardenal conoce muy bien la cultura norteamericana, en ese país se formó como monje trapense, en Kentucky. Estudió literatura en la Universidad de Columbia en Nueva York, conoció la obra de los poetas que más influyeron en él: Ezra Pound y Walt Whitman. Allí descubrió la poesía exteriorista y su amor a la ciencia de los astros, su lectura predilecta, el cosmos, la astronomía y la conquista del espacio sideral. Ha declarado: “Creo que la ciencia es un camino más expedito para llegar a Dios que la religión”.
En 1983, el mundo entero vio con estupefacción cómo el Papa Juan Pablo II, descendió de su avión en el aeropuerto de Managua, y al detenerse frente a Ernesto Cardenal, quien lo esperaba de rodillas, con su boina en el pecho en muestra de reverencia; el prelado lo manoteó e increpó fuertemente por predicar doctrinas apóstatas. Ese episodio hizo reafirmar a Cardenal su apego por la Teología de la Liberación y proclamó “Dios renunció a ser Dios, se apartó y nos dejó para que hiciéramos nosotros los cambios”. Cree que la sociedad comunista perfecta sería el Reino de Dios en la tierra”. Un periodista del El País le pregunta si el comunismo fracasó en el mundo y respondió con las palabras del inglés G.K. Chesterton: “El cristianismo no ha fracasado porque no se ha puesto en práctica nunca”. Igual piensa del comunismo: “Nunca se ha puesto en práctica”.
En el año 2009 recibió el prestigioso galardón “Pablo Neruda” en Chile, en ese momento dijo: “Soy el poeta activo menos premiado”. Ahora cuenta con el “Reina Sofía” 2012, sin embargo dícese ajeno a los homenajes, prefiere los talleres de creación literarias con los niños, y en especial con los niños enfermos de leucemia, que dicen desarrollan un gran poder creativo, a pesar de que casi no pueden moverse y su vidas son tan breves.
El Vaticano le prohibió celebrar misa, oficiar los santos sacramentos, presionaron antes para que fuese apartado de su puesto en el gobierno de Nicaragua. Cardenal ha respondido: “La conciencia está por encima del evangelio”, recordando las palabras de Santo Tomás de Aquino: “La conciencia está por encima de las leyes”.
“No conocieron la flecha
conocieron a Jesús como el dios del maíz
y le ofrecían sacrificios sencillos
de maíz, y pájaros y plumas.
Nunca tuvieron guerras, ni conocieron la rueda,
pero calcularon la revolución sidónica de Venus
anotaban todas las tardes la salida de Venus
en el horizonte, sobre la ceiba lejana,
cuando las parejas de lapas volaban a sus nidos”
(Ciudades perdidas, 1988)
Ernesto Cardenal sigue peleado con la actual cúpula sandinista, a quienes califica como “La revolución perdida”. Tampoco se ha reconciliado con la jerarquía católica, que lo considera un renegado, pero sigue vigente en los lectores de Hispanoamérica. Recién la casa española, La Trotta Editorial, ha publicado sus obras completas, varios tomos que encierran su veintena de libros que han sido traducidos a varios idiomas. Esa es la guerra mejor ganada por el poeta cardinal de América: “Amar es combatir, es abrir puertas, dejar de ser un fantasma con un número”.
La compositora Inés Fonseca acaba de publicar su disco-libro que tituló “Dos en uno” contentivo de once poemas del bardo granadino, magistralmente musicalizados. Para ello contó con el apoyo de la Universidad de Veracruz y la Sociedad de Autores de España. Esta iniciativa le pone música y logra la redifusión de la obra del lírico trapense, místico de gran labor social, que adopta como lema de creación. “La poesía es todo, la poesía es Dios”.
“Escucha mis palabras oh Señor
oye mis gemidos
escucha mi protesta
porque no eres tú un Dios amigo de los dictadores
ni partidario de su política
ni te influencia la propaganda
ni estás en sociedad con el gánster”
(Salmo 5, 1964)
Cardenal, “el poeta de dos mundos”, como lo llamó Mario Benedetti, logró la meta más importante para un creador, la inmortalidad. Por muchos años su poesía tendrá lectores, su obra tendrá celosos guardianes. Su amigo escritor y excompañero de gobierno Sergio Ramírez, ha garantizado la creación del Premio de Poesía “Ernesto Cardenal”, que será entregado en esa isla cercana al pacifico llamada Solentiname, nombre que significa “lugar para quedarse” en lengua náhuatl.
Twitter: @leonmagnom