Uno de los meses que registra un gran número de nacimientos de zulianos célebres, es febrero, etimológicamente el mes febril o de la fiebre. Por los días del mes dedicado a San Valentín, las fiestas carnestolendas, y la juventud, recordamos a gaiteros como: Eurípides Romero (15), Neguito Borjas (3), Jorge Luis Chacín (9), Jaime Indriago (1). Hemos tomado para nuestra home-page en este mes intenso, asociado a golpes de estados y tomas de posesión, al gran gaitero Astolfo Romero (8) y al genial médico y biofísico, Humberto Fernández Morán (18).
Sin duda, Astolfo logró establecer un liderazgo en el campo de la composición, así como en el interpretativo y direccional de la gaita. Cubrió con sobrada solvencia todos esos aspectos artísticos, su puesta en escena como gaitero, estuvo marcada por alto carisma y su natural autoridad. Comenzó su carrera en el conjunto Santanita en los sesenta tardíos, luego pasa a la máxima casa gaitera: los Cardenales del Éxito, donde estuvo en dos etapas: del 71 al 79 y luego del 86 al 91. Refundó y dio nombre nacional a Gaiteros de Pillopo, destacó en La Universidad de la Gaita, Colosales y fundó la agrupación de sonido más particular en la gaita: La Parranda Gaitera. Sólo pudo transitar por este espacio vital 50 años, suficientes para erigirse como unos de los inmortales, logrando aportes imperecederos al género.
A su lado está Humberto Fernández Morán, que vio la luz en Maracaibo un 18 de Febrero del 1924. Logró graduarse de bachiller a los 15 años en Alemania. Toda una hazaña para la época. Luego obtuvo el grado summa cum laude de médico en Munich. Más tarde revalida su título en la UCV, trabaja en el Hospital Psiquiátrico de Maracaibo, donde fue pionero. Vuelve a Estados Unidos, donde realiza la especialización en neurocirugía. En el 46 se marcha a Suecia donde estudia microscopía electrónica, allí se casa y comparte con el premio Nobel de Física, Manné Sieghahn, y logra obtener el doctorado en esa especialidad.
Regresa a Venezuela en 1954, y trabaja para el gobierno de Marcos Pérez Jiménez en el Ivic, por lo cual la dirigencia adeca, años mas tarde, le pasa factura. Sale del país hacia Estados Unidos en el 58, a raíz de la revuelta política. Apenas tenía 30 años de edad. En ese país se establece como científico logrando el premio “John Scout”, una de las altas distinciones en ese campo, que recibieron en su momento Marie Curie y Thomas Alva Edison.
Su aporte científico más famoso es el Bisturí de Diamantes, invento producto de su trabajo con células tumorales. Lamentablemente, Humberto Fernández Morán, nunca más regresó a su país. Irónicamente la muerte lo atrapa en Suecia, manifiesta a través de un tumor cerebral. Como homenaje en su pueblo natal, hoy tenemos el distribuidor del Parque del Sol con su nombre, así como institutos y escuelas que tímidamente lo recuerdan. Quizá, aún los venezolanos, no nos hemos percatado de su grandeza, puesta en evidencia cuando Estados Unidos le propuso su nominación al Premio Nobel, rechazándola para no renunciar a la ciudadanía venezolana.
Estos dos genios: uno del canto gaitero, y el otro de la ciencia universal, son nuestros símbolos en SaborGaitero.com en el mes de Febrero 2006.
León Magno Montiel