La Visión de “Macaquilla”
La vida le otorgó a Arnoldo Hernández Oquendo una atalya extraordinaria, sus Puertos de Altagracia, para desde allí percibir a Maracaibo como una acrópolis sostenida en el aire solar de las manos ardientes del Lago Coquivacoa. Quizás esa visión desde otro sitio distinto al de la Meca Gaitera, le dio al tío Arnoldo la posibilidad de entender la gaita, voz del maracaibero, más objetivamente, libre del fragor menesteroso de la lucha gaitera, que en definitiva es una lucha cargada de pasiones.
Por eso, este libro fruto de muchos años de seguimiento y análisis de este gran altagraciano, cobra doble importancia: la del investigador que devela los misterios del origen de nuestra alma musical, la gaita; y la del contador de leyendas que vivenció el surgimiento y desarrollo de este género popular en el siglo XX.
Esta obra nos espera como un maestro excepcional que recibe al discípulo más sentido, para mostrarle las enseñanzas de una dama histórica, sabia y sin alardes, de donaire europeo en sus versificaciones y de profundo amor a su entorno. Ella se mueve al ritmo negro de la percusión, tambora, furro y charrasca; y nos relata el más hermoso homenaje a sus ancestros.
Esa dama que nos trae de su mano Hernández Oquendo “Macaquilla”, cabalgó al lado de los poetas pioneros y caudillos, es nuestra espiritualidad lacustre, que lleva rostro indiano, y su nombre es gaita. Esa matrona sonora nos alberga en su vientre profundo y canta nuestros sentires más diversos.
Por amor a ella, nos unimos los amigos de Arnoldo en este libro raigal de aroma solariego.
Publicado en la contraportada del “Libro de Oro de la Gaita” de Arnoldo Hernández Oquendo “Macaquilla”, en Mayo de 1997.