Las circunstancias que impidieron que Maracaibo fuera una de las siete provincias que proclamaron la Independencia de Venezuela, fueron mayormente geográficas y aunque se seguía lejanamente la gesta emancipadora, en la cual participaron zulianos ilustres, las ansias por librar al territorio lacustre del yugo español dieron como resultado lo que se conoce como “El grito de Independencia del 28 de enero de 1821”.
El gobernador realista de la provincia de Maracaibo, coronel Francisco Delgado estaba atento a la presencia de El Libertador Simón Bolívar en Trujillo, quien estaba acompañado por el General Rafael Urdaneta, jefe del Estado Mayor del Ejército.
El Coronel Francisco Delgado estaba secretamente de acuerdo con el General Rafael Urdaneta y con Juan Evangelista González, jefe civil y militar de la región de Gibraltar; quienes habían sembrado la inquietud de independencia en un selecto grupo de marabinos.
Una carta enviada por González al gobernador Delgado, hizo que se convocara una reunión del ayuntamiento que convocó a los marabinos a la Plaza Mayor, para que escucharan la proclama en la cual se declara a Maracaibo y su provincia libres e independientes de España y se constituye la República Soberana e Independiente de Maracaibo, la cual se uniría al Gobierno de la República de Colombia mediante un pacto social.