Sigue la duda, la muerte de Renny Ottolina fue producto de un sabotaje o fue un accidente absolutamente fortuito. A 35 años del siniestro de la Cessna, piloteada por el avezado capitán Carlos Olavarría, que lo trasladaba como candidato presidencial a la isla de Margarita ese 16 de marzo de 1978, se asemeja más a un atentado, que a un percance de vuelo. Renny era líder natural en toda Venezuela, producto de su innovadora forma de hacer televisión, de su carisma para establecer contacto inmediato con el público. Estaba recorriendo todo el país en ese año electoral, promoviendo una tercera vía democrática antípoda a los gobiernos ineficientes de la guanábana AD-Copei. Tomó cierta distancia de la izquierda ortodoxa y anquilosada. Era un hombre de ideas vanguardistas, con un gran sentido de pertenencia nacional. Sus 28 años de éxito en radio y la televisión, eran suficiente aval para acercarse a la posibilidad de gobernar al país, que de algún modo había liderado con éxito desde la comunicación.
Sus propuestas básicas como candidato eran:
– No podemos querer un país que no conocemos, conozcamos mejor a Venezuela.
– Un ambientalista convencido, luchó contra la tala de bosques. En su último programa en RNV dijo: “Venezuela parece una gran pira, incendiada por todas partes, arden sus bosques centenarios. Ese delito merece un severo castigo”.
– Fue el primer Productor Nacional Independiente con éxito en el país. Se enfrentó a los jerarcas de los medios en los años 70 y éstos se confabularon para vetarlo en los cuatro canales que existían para ese momento en Venezuela. Tuvo que refugiarse en la radio, convirtiéndose en un pionero de los PNI, aunque no existía ese término aún.
– Apostó por la soberanía musical, fue mecenas de artistas como Mirla Castellano, Cherry Navarro y José Luis Rodríguez. Si bien tuvo en su show a Tom Jones, Aretha Franklin y Charles Aznavour, él siempre proyectó con orgullo acentuado el talento nacional. Así lo hizo con su programa desde París, la capital luz. Y en la primera transmisión de televisión a color desde Canaima, donde actuaron los estelares José Luis Rodríguez El Puma y Carlos Moreán.
El Show de Renny Ottolina en su última emisión por la televisión venezolana
{youtube}c84G2_Ysb0Q{/youtube}
Reynaldo Ottolina sólo vivió 49 años, fue un río de creatividad incesante en los medios masivos, que serpenteó entre las glorias profesionales y las tragedias familiares; el secuestro de sus hijas, accidentes trágicos, separaciones dolorosas.
Ottolina nos dejó testimonio del amor a la patria, de su apuesta por el talento nacional, de su afán por sacar a Venezuela de las sendas de corrupción que marcaron los gobiernos de Caldera uno y CAP uno.
El 3 de diciembre de 1978, Luis Herrera le ganó a Luis Piñerúa con una exigua ventaja de 177.741 votos. De haberse medido Renny, pudo haber ganado o quizá habría sido el factor para inclinar la balanza en un final cerrado y comenzar una vida parlamentaria que moldeara un nuevo país.
A 85 años de su nacimiento en el estado Carabobo, retomemos su ideario: “La patria es del tamaño del corazón de quien la quiere”. Ese Renny no murió, no lo podrán matar, seguirá siendo el comunicador adelantado a su época, seguirá indicándonos el camino de la ética y de la comunicación fecunda. Será cátedra viva, sempiternamente viva.
Twitter & Instagram: @leonmagnom
Correo electrónico: leonmagnom@saborgaitero.com