Fernando Rincón y su romancero por @leonmagnom

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“La mitad de mis amigos han muerto.
Te haré unos nuevos, dijo la tierra.
No, grité, en vez de eso, devuélvemelos
tal cual eran, con sus defectos y todo”
Derek Walcott (Santa Lucía, 1930)

El canto amoroso ha logrado enlazar al mundo, ha vencido los obstáculos de la caprichosa Torre de Babel y su cruce de lenguas ignotas. Los cantores del romance son hilos que atan a los hombres y mujeres de todo el planeta, sin importar su idioma, porque hablan  amor.

El apóstol Pablo de Tarso en su carta al pueblo de Corinto afirma: “Si yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, y me faltara el amor, no sería más que bronce que resuena, campana que toca”.

En las noches de occidente, ese canto al amor tomó compases de seis por ocho, se hizo gaita y tuvo en Fernando Rincón su intérprete más connotado. Él nació el 22 de junio del 1948 en Las Veritas. Su niñez transcurrió en el festivo callejón Madariaga. Su padre fue un gaitero con nombre helénico; Homero Rincón. Su madre, una mujer piadosa con nombre caribeño, Bienvenida Atencio. Ambos de raigambre cañadera, miembros de familias nacidas en las riberas sureñas del Lago Coquivacoa, donde se acantonaron  los inmigrantes alemanes, comerciantes de café.

Fernando José Rincón Atencio comenzó a expresar su vocación de solista en los conjuntos aficionados en el decenio 1960, con Los Brillantes y Los Sandungueros, mientras transcurrían sus años en el Liceo “Udón Pérez”. Fue un destacado estudiante de dibujo técnico.

Su gran escuela musical fue la agrupación Rincón Morales, dirigida por su tío Néstor Rincón, era un conjunto familiar, por ello entró en 1967 con el rol de maraquero y corista. Esa fue su divisa-madre, donde habían cohabitado los talentos de Francisco Morales, Enrique Gotera, Betty Alvarado, Humberto “Mamaota” Rodríguez, los maestros del canto que le precedieron.

Rincón Morales representaba la máxima aspiración del joven cantor de Las Veritas. Con ese conjunto alcanzó una larga estela de éxitos. El primero fue “Gaita, Gaitero” en 1970, de la autoría de Roque Atencio:

“Ya la gaita con su son
amigos se está extendiendo
y a mí me está pareciendo
va a llegar hasta el Japón”

Tema que durante muchos años utilizó como cortina de su espacio radial, el destacado locutor y productor Víctor Prada Vallés.

En la temporada 1977 ocupó los primeros lugares en todas las carteleras discográficas con el tema “Bonanza zuliana”

“La bonanza de mi cielo
ha cuajado hasta la orilla
un lago de maravilla
hecho con polvo de estrellas
el Zulia en la noche brilla
pintando de plata el velo
canta gaita en su desvelo
en cuartetas y octavillas
de mi barrio Saladillo
canta versos y estribillos
la bonanza de mi cielo”

Ese año obtuvo el premio Gaita del Año con “Tierra madre”, una de las mejores composiciones de Luis Ferrer. En esa etapa el conjunto Rincón Morales era una divisa muy poderosa, contaba con los talentos de Pablo Grey, Lula López, Chavín, Freddy Riera, Ender “Tucuso” Paz. Tenía la preferencia del público.

En 1978 Fernando Rincón grabó “Reina de Mara” y “Trillas de oro”. En la temporada siguiente, 1979, sonó con los éxitos: “Tú eterno amante” y “América”, de Rafael Rodríguez:

“América, América
continente del futuro
América, América,
tus fronteras se dilatan
por Alaska, el Canadá
Chile y el Mar de la plata (Bis)
América”

Luego de una fructífera etapa de 14 años con el conjunto Rincón Morales, Fernando se une a una divisa naciente; Gaiteros del Viejo Víctor. Con ellos graba e impone el tema de Lenín Pulgar “Me pedirías un pecado”. En 1982, acepta la invitación del compositor Pulgar para unirse a su agrupación Amor y Gaita, quien es el autor del clásico “Linda Ilusión”,  temporada 1980:

“Con la brisa de una linda noche
a mi mente llegó una ilusión
que tejí con la más fina seda
con la seda más linda de amor.
Esa brisa llenó mi existencia
de la más tierna y dulce esperanza
motivando a mis sentimientos
a saber esperar con confianza”

En 1983 el gran compositor Luis Oquendo Delgado escribió para él “Por una palabra”, tema que grabó en su regreso a Rincón Morales e impactó en la radio nacional:

“Es una palabra para destruirse
si Cristo amó al mundo ¿quién lo condenó?
y en siete palaras lo expresó tan triste
lo amó más profundo y lo perdonó.
Entonces mi vida con esa palabra
no quise ofenderte, perdóname ya
que yo mil heridas llevo entre mi alma
de tanto quererte como a nadie más”

Fernando participó como solista en la primera edición del Festival “Una Gaita para el Zulia”, con un tema compuesto por el licenciado William Atencio, homónima del certamen. No tuvo éxito en esa ocasión, pero sirvió para consolidar esa dupla creativa, que logró temas como: “Señora”, “De imprevisto” y “Y tú me has enseñado a odiarte”.

Rincón Morales – “Una gaita para el Zulia”
Festival “Una Gaita para El Zulia” 1984

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En 1985, el compositor de la nostalgia, Simón García, creó la gaita “Amada amante” y en la voz de Fernando obtuvo el respaldo de los cronistas y del público nacional:

“Amada amante
mundo embriagante
de mis sentidos”

Con el respeto unánime que había ganado en el ambiente gaitero nacional, Fernando acepta el llamado de La Universidad de la Gaita en 1986, con quienes graba el tema “Afiche Zuliano” de Renato Aguirre:

“Mágica tierra encantada
música, imagen y amor
del pueblo que es el candor
de la luz de su alborada
la gaita nervio y motor
del Zulia y su Catatumbo
único  pueblo en el mundo
que tiene de noche un sol”

Una singularidad muy especial en la carrera del “Romántico de la gaita” es la dimensión de su popularidad, sus gaitas sonaron y se hicieron clásicas en los más remotos confines de la patria. Pocos cantantes del género gaitero han logrado sonar  con tantos temas en todas las regiones de Venezuela.

El amor de su mujer, Olga Albano, lo acompañó por 29 años, dama con nombre ruso, raigambre italiana y alma marabina. Ella siempre estuvo atenta a sus triunfos, solidaria ante las vicisitudes y asperezas. Se casaron el 23 de febrero de 1980, tres años después de conocerse en un show del conjunto Rincón Morales en el Colegio de Abogados del Estado Zulia. El 14 de marzo de 1996 nació su única hija: Fernanda Liz Rincón Albano.

La última década de su vida, Fernando actuó con el conjunto Los Mismos de Ayer. Después creó su propia agrupación, la bautizó con el nombre de su mayor éxito gaitero: “Tierra Madre”. Eso le permitió mayor libertad artística y mantenerse vigente hasta el final de su vida.

La muerte le tendió la celada a Fernando José al amanecer del 19 de junio de 2006, a pocos días de celebrar su cumpleaños 58. Un infarto silente, fulminante,  lo dejó en su cama en eterno letargo. Su esposa Olga advirtió que no tenía signos vitales cerca de las ocho de la mañana. Ese día lunes comenzaba un largo período de dolor y soledad para Olguita, su compañera de vida.

Unos meses antes le había realizado un homenaje la agrupación Sabor Gaitero en el escenario del Gran Bingo Maracaibo, donde cantó por casi dos horas a sala llena. Yo tuve el honor de presentarlo y sin duda, ahora reconozco que fue la mejor despedida para un cantante de su tenor artístico y espiritual.

El planeta sigue girando, los poetas creen que el combustible que lo mueve es el amor; ese conjunto de sentimientos que vive en las gaitas de Fernando Rincón, que es su legado romancero.

Fernando Rincón, yo, al igual que el maestro Derek Walcott, deseoso de que  vuelvan sus amigos difuntos, quisiera volver a verte cantar tus gaitas, con todos tus dones e imperfecciones.

Twitter: @leonmagnom
Correo electrónico: leonmagno@saborgaitero.com

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