Ruddy se llevó gaitas en su valija
Cuando niña solía jugar con su hermano Romano y sus amigos sin complejo alguno, libérrima, coqueta, muy ella. Desde alguna esquina de mis recuerdos del Barrio San José me viene la frase mitad piropo, mitad sentencia de vida: “Dos minutos más en el vientre de tu madre, y nacéis varón”. Esa frase sólo se le acuñaba a una mujer muy bella, sensual y resuelta. Así es Ruddy Rodríguez. Piscis del 20 de marzo, y Caballo según la sabia cultura china por su año de nacimiento, lo cual justifica su imponente paso por los sets de grabación, su garbo natural al llenar los espacios con su elegante presencia. El compositor Neguito Borjas, amante y criador de equinos, nos cuenta que la gracia y porte de una yegua se lo da su “alzada”, es decir, la distancia que marca la yegua entre su más alta crin hirsuta y el ras del suelo. Por ello los chinos toman los atributos de los animales que fueron convocados por Buda para explicar el cómo somos los humanos. Los periódicos bogotanos nos han brindado crónicas que hablan del amor de Ruddy por el arte del rejoneo (torear a caballo con rejones). Quizá otra prueba de su ascendencia astral.
Desde el año 1985 el mundo ha oído hablar de Ruddy, primero con los concursos de belleza (Primera finalista del Miss Venezuela 1985) y más tarde con los dramáticos en televisión, las pasarelas como modelo, sus calendarios que muestran su belleza en parajes exóticos de Venezuela, y sus actividades más trascendentes: el cine y el teatro.
El año 2000 está marcado en la cultura urbana venezolana por la premiere de la película “Amaneció de golpe”, del director Carlos Azpúrua, en el cual Ruddy compartió créditos con el actos boricua Daniel Lugo, y donde encarnó a una periodista en la clandestinidad, logrando llenar la pantalla con un perfil de mujer intuitiva, comprometida con su país y con un gran “ángel sexual”. Son inolvidables sus escenas en camisón, semidesnuda y descalza, redactando desde el piso sus cuartillas, en medio del golpe de estado que protagonizaron el Comandante Chávez y sus compañeros de armas.
Disfrutamos su actuación en los seriados colombianos “Las Ibáñez”, ambientado en el Siglo XIX, y “La Ministra”, donde encarna a una mujer de gobierno, con sed de poder, manipuladora, en busca del amor verdadero. Y su glamorosa presencia en el film “Miranda” de Diego Rísquez, protagonizado por Luis Fernández. Allí encarnó a una de las amantes del prócer venezolano. De ella guardaba con celo parte de sus vellos púbicos, luego de sus veladas eróticas, como un trofeo de amor, Francisco de Miranda, el caraqueño que llegó a tocar flauta antes Franz Joseph Haydn, y que participó en tres revoluciones históricas: la francesa, la norteamericana y la venezolana de 1810.
Cabe destacar el éxito de su monólogo “Una mujer con suerte”, escrito por su hermano Romano Rodríguez, y presentado en varios teatros del continente americano, incluyendo a Maracaibo.
En paralelo a su profusa carrera artística y como empresaria, Ruddy Rodríguez ha mantenido una apretada agenda de promoción de su fundación Camino a la Felicidad. Esta es una organización de carácter humanista que pretende preparar a los ciudadanos latinoamericanos para ser mejores moral y éticamente. Aprender a convivir en una sociedad justa y equilibrada es un sueño para nuestra actriz. Su planteamiento está basado en los textos del pensador estadounidense Ronald Hubbard. También está influenciada por su acercamiento a la cienciología que practican entre otros actores Tom Cruise y John Travolta.
Para la promoción de esta idea altruista ha contado con el apoyo del actor colombiano Andrés López, célebre por su monólogo “Pelota de letras”, que batió récord de semanas en cartelera con boletería agotada en Bogotá; además de sus múltiples amigos y mecenas venezolanos. A mediados del mes de julio estarán en Maracaibo para presentar un gran acto en la Plaza de Toros de Maracaibo, con la finalidad de promover su fundación., al lado de las agrupaciones zulianas Mermelada Bunch y Sabor Gaitero.
En Ruddy Rodríguez los colombianos han visualizado una diva que adoran, los venezolanos dispersos por todo el mundo tenemos en ella una representante eximia del talento femenino de nuestro país, con una fuerza creadora que la impulsa a seguir sembrándose en nuestra memoria colectiva y afecto.
Luego de una muy breve visita a Maracaibo para promover este evento de la Fundación Camino a la Felicidad, Ruddy guardó en su valija algunos discos compactos de gaitas, obsequiados por maracuchos que la admiramos y que esperamos que la acompañen siempre.