Autor: José Chiquinquirá Rodríguez
Declamador: Don Pedro Colina
No hago el verso tierra adentro
Pues no conozco los llanos
Ni otros estados cercanos
Ni las bellezas del centro
Yo mi verso los concentro
En los lares de occidente
Donde un lago transparente
Es un cristal que hoy nos muestra
Una imponente silueta
De su majestuoso puente
Bello será el estero
Linda también la llanura
Pero hay que ver la hermosura
Del lago maracaibero
Hasta el turista extranjero
Admirado de él se queda
El mismo Alonso de Ojeda
Al contemplar su belleza
Vio que la naturaleza
Nos donó un lago de seda
A mi me da la impresión
De que nuestro hermoso lago
Tiene influencia de un mago
Porque ejerce su gestión
Don Alonso en su excursión
Puso a estos lares la proa
Y al ver la Isla de Toas
Se extasió el descubridor
Quien embrujó a ese español
Lago del Coquivacoa
Hasta el indio motilón
Que allá en la sierra ha vivido
Muchas veces ha salido
A recorrer la región
Como un salvaje en acción
Se acerca hasta la ribera
Y su mirada altanera
O su indómita fiereza
Se alelan con la belleza
De poéticas palmeras
En nuestro lago han bogado
Las grandezas de Urdaneta
Del escritor, del poeta
O del zuliano afamado
Como el temple bien formado
De Mara o Maracaibo
O el jefe de equis tribu
Que ante ninguno cedía
Viendo el lago se sentía
Un niño imberbe y pasivo
Por la barra se han filtrado
Muchos cientos de veleros
Trayendo aquí aventureros
Buscando siempre el dorado
Y es que aquí es que está guardado
Porque lo ha visto hasta el ciego
Que hay tierra para el labriego
Más un lago de cristal
Poético manantial
Donde fluye el oro negro
Este rincón de occidente
Baluarte de la nación
Es la más rica región
Que hay en todo el continente
Ese lago con su puente
Y su negro mineral
Bien se le puede llamar
La base para el progreso
Porque él da el mayor ingreso
En el fisco nacional
Me pueden decir ahorita
Que esto mío es un capricho
Ya más de uno me ha dicho
Que soy un regionalista
No importa soy egoísta
Yo al Zulia lo quiero mucho
Cuando de ese lago escucho
El chapoteo del marullo
Se me infla el pecho de orgullo
Al saberme maracucho