Los hijos de grandes artistas tienen un camino difícil cuando tratan de emular a sus padres. Ser el hijo de un cantante como Plácido Domingo, o de un escritor como García Márquez, representa un reto muy grande cuando se trata de cruzar el sendero del arte. Casos excepcionales como el de Bebo y Chucho Valdés, o Vicente y Alejandro Fernández, que estuvieron a la altura del compromiso. Pero generalmente sucede como a Julian Lennon hijo del genio de los Beatles, agobiado por el peso de la imagen paterna. Como sucedió con los hijos de Oscar D´ León, queriendo cantar salsa al lado de ese gigante del soneo. Igual con Charly Frómeta, el hijo del maestro Luis María “Billo”, no pudo mantener el liderazgo de su padre frente a la orquesta más popular de Venezuela.
Es digno de reconocimiento el caso del pianista, compositor y arreglista Gilberto Ferrer “Gilbertico”, quien se licenció en música después de tener una niñez de músico prodigioso, y ha superado en logros y laureles la carrera de su padre: El respetado arpista Gil Ferrer. Hoy, Gilbertico, como se conoce en el ambiente de la música, es un respetado creador del arte sonoro, con múltiples facetas.
Gilberto Ferrer Júnior nació en Maracaibo, el 27 de mayo de 1979, es el primogénito de la unión de Gil Ferrer y Alexis Silva de Ferrer. Su educación inicial la recibió en las aulas del Colegio San Marcos, prosiguió el nivel secundario en los colegios Natalicio del Libertador y San José de Calasanz. Veía actuar con admiración a su padre Gil “uña de oro” Ferrer, en la televisión, en las ferias de la ciudad y en fiestas de toda índole.
Antes de iniciar sus estudios superiores en música, Gilbertico ya actuaba en distintas agrupaciones, cultivaba lo innato de su vocación. A partir de 1991 formó parte de la armonía de la agrupación Nátaly Show, dirigida por el maestro Omar Acedo, agrupación que surgió en 1987 como actividad cultural complementaria del Colegio Natalicio del Libertador ubicado en el municipio San Francisco. Esta llegó a grabar tres producciones discográficas, allí se formó como cantante Omarcito Acedo, quien ha tenido un resonante éxito en Venezuela y parte de América Latina.
En 1993 Gilberto Júnior ingresó a Gaiteros del Momento, un conjunto juvenil dirigido por su padre Gil Ferrer, donde destacó en la ejecución del cuatro. Dos años más tarde, compartió experiencias con los veteranos del Conjunto Sabrosísimo. En 1996, La Orquesta Carángano lo llama para ser su integrante, y lo recibe su maestro José Luis García, destacado pianista, arreglista y director de la Orquesta Típica del Estado Zulia. Tras un año de permanencia en Carángano, ingresa en al grupo gaitero juvenil Élite Gaitera. En 1998 inició una temporada con la Orquesta latina de Chuchito Ibarra. Igual tiempo pasaría en Estrellas del 2000 junto a Humberto “Ovejo” Sánchez, Astolfo Romero, Danelo Badell, Leandro Lenin Montiel y Germán Ávila Júnior.
Luego tuvo cortas pasantías en otras agrupaciones gaiteras, actividad que combinó con la creación y equipamiento de su estudio de grabación, su nido creativo. Estuvo en Cardenales del Éxito, y una temporada en la agrupación Happy Gaita en la ciudad de Caracas. En el año 2004, lo invitó el prestigioso flautista Huáscar Barradas a formar parte de su Banda Maracaibo. Un importante músico, hijo del publicista pionero Felo Barradas, egresado de The Juilliard School de Nueva York.
Actuar junto a Barradas genera un gran orgullo para Gilberto, un honor estar al lado del mejor flautista de Venezuela. Comenzaron las giras con la Banda Maracaibo, compartiendo con músicos de la talla de Fernando Valladares, Jorge Polanco, Rafael Simón Bolívar, Elvys Martínez. En la actualidad, Gilbertico es un invitado permanente y arreglista de esa banda de folclor-fusión venezolano.
En 1997 comenzó sus estudios formales en la Universidad Católica Cecilio Acosta UNICA y en el año 2002 recibió el título de Licenciado en Música, en la mención de musicología. Ha obtenido diversos premios, reconocimientos y menciones honoríficas como pianista, arreglista y compositor de parte de la Universidad del Zulia, Gobernación del Estado Zulia, Alcaldía de Maracaibo. Le confirieron el premio Mara de Oro. Ha participado en festivales de música folclórica y en Bienales de la música.
Fue miembro del equipo de patrimonio cultural de la Fundación para la Academia de la Gaita Ricardo Aguirre del Estado Zulia (Fundagraez) presidida por el gran compositor Renato Aguirre González. Participó durante siete años en la Orquesta Típica del Estado Zulia como músico y arreglista.
Uno de sus períodos creativos más destacado, lo vivió con la agrupación Tecupae, la que alcanzó una gran popularidad en Venezuela. Con ellos logró fusionar el vallenato con el pop, con gran repercusión en los medios radioeléctricos. En definitiva, fueron 11 años con la agrupación Tecupae como tecladista, arreglista, productor y compositor de algunos temas. Un ciclo de mucho éxito para el joven poliinstrumentista.
De nuevo la gaita, esa pulsión folclórica maternal, llamó a su puerta, y aceptó ser integrante de Los Chiquinquireños, la agrupación de grandes estrellas del género pascuero que ofrendan a la Patrona del Zulia, La Chiquinquirá. Allí realizó el celebérrimo arreglo del clásico “La Elegida”, obra maestra del poeta Renato Aguirre, y ejecutó los teclados:
“Todo era humilde y precario, pero en el ambiente espeso
flotaban mansos los rezos de aquellas almas de a diario.
Colgaba un viejo rosario en la pared de aquel nido
y un cuadro descolorido con aromas de presagio
y a su lado un crucifijo con el primer legionario” (Aguirre, 2007).
Con Gran Coquivacoa participó como arreglista del tema “Mi corazón es Venezuela” que contó con una serie de invitados importantes de la música hecha en el país. Y con la Súper Banda Guaco brilló como coautor del tema “Si me das”, canción que alcanzó el primer lugar en todas las emisoras de Venezuela, y en buena parte del Caribe.
Desde hace algunos años, Gilberto Ferrer Júnior reside en los Estados Unidos, en esa nación ha trabajado al lado de grandes talentos, como Argenis Carruyo, Neguito Borjas, Juan Carlos Arcaya. Allí mantiene una intensa actividad musical, gravita entre las ciudades de Houston y Miami.
Sin duda, Gilbertico Ferrer es un músico de alcance continental, reconocido por su alto nivel ejecutando el piano, su gran capacidad como arreglista de orquestas latinas, para componer y su especial gentileza, un caballero de los escenarios. Es un digno representante de la diáspora venezolana, con sobrado talento musical que proyecta al mundo entero. Él cumplió con el mandamiento bíblico de “honrar padre y madre”. Y, sin duda, es un hijo espiritual de la música, un ser creativo y sensible: un zuliano de dimensión continental.
León Magno Montiel
@leonmagnom
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