EN CONMEMORACIÓN DEL DÍA DEL GAITERO
El 8 de noviembre tengo mucho que celebrar con mis compañeros gaiteros, en mi caso particular, primero porque ese día nació mi primera hija Grey Chiquinquirá Cano, quien gracias a Dios es ya una mujer muy responsable y estudiosa, casi profesional de la Química de la ilustre Universidad del Zulia, y segundo, porque es el Día del Gaitero, cuando irónicamente conmemoramos la partida al encuentro con Dios de Ricardo Aguirre González, aquel 8 de noviembre.
Para ustedes, ¿Qué es el Gaitero?
Hay varios tipos de gaiteros, pero todos coincidimos en varias cosas, un gaitero es como una esponja que recoge todas las inquietudes de su tierra, su gente y sus costumbres, y las mantiene vigentes siempre, como aquel canto del Monumental “La Grey Zuliana”, que brilla cada día y se multiplica en todos los rincones de Venezuela, y que gracias a la tecnología e Internet muchos zulianos y venezolanos fuera del país la tienen presente.
Por mi mente pasan recuerdos como película sobre el gaitero en las famosas parrandas en frente de las casas del Saladillo y muchas viviendas de los alrededores de otros sectores de Maracaibo como Valle Frío, Los Haticos, El Milagro y Santa Lucia; y en muchas esquinas y patios caseros de nuestra región.
Recuerdo el gaitero en los famosos mano a mano, cuando se presentaban sanamente en lugares como la famosa Cervecería 5 de julio, La Hoyada, El Pañuelo, Mi Vieja Discoteca, y otros sitios gaiteros por excelencia de otra época. Ese gaitero lo dejaba todo en la tarima, su entrega era completa, de corazón, alma y garganta; y hasta se rompía las manos tocando el cuatro o sonando un furro, sin la ayuda de buenos equipos de sonido y con poca instrumentación en cada uno de los conjuntos. Ese es el gaitero que parrandeaba casi siempre hasta el amanecer, pero gracias a Dios pocas veces se vio involucrado en problemas de ley. Era muy jocoso, sencillo, humilde, galanteador, y sobre todo muy dicharachero, con una chispa relampagueante a flor de piel para cualquier comentario del momento. Ese es el gaitero que por seguir en la gaita a través de los años, no pudo prepararse de manera académica y por esta razón, muchos de ellos, auténticos valores de la gaita, necesitan que hoy les demos una mano. Varios han sido olvidados, otros ya han partido de esta tierra para siempre, a muchos los recordamos con cariño y afecto y hasta les rendimos homenaje, mientras a algunos, por razones desconocidas, ya ni se les nombra.
Ese es el gaitero que ama su terruño, la mayoría regionalista 100%, pero respetuoso y muy apegado a su familia y amigos, ese es el gaitero que nació para serlo, aquel que no pasó por ninguna escuela de gaita ni aprendió a cantar en academias musicales, sólo emergió de sus venas. Ese es el gaitero que fue escribiendo rimas de manera libre y sencilla, haciendo cuartetas contestatarias.
Y que me disculpen muchos de los que ahora son renombrados como estrellas de nuestro ritmo, pero no son comparables con aquellos que no pedían nada a cambio e inclusive colaboraban con cualquier instrumento que tuvieran en su poder.
El Gaitero de hoy es un gaitero más preparado académicamente, y la mayoría comparte el mundo de la gaita con su carrera profesional o su trabajo particular, pero debido a la gran comercialización de la gaita en grandes espectáculos y tarimas es igualmente más presumido.
Hoy en día contamos con gaiteros en la mayoría de las ciudades de Venezuela, e inclusive en otros países, donde algunos han fundado sus propias agrupaciones, y otros que simplemente siguen siendo gaiteros en sus corazones. Pero el gaitero de ahora es menos dado a esas parrandas populares, está más dedicado a producir económicamente y posee mayores conocimientos formales, musicalmente hablando; y aunque nuestra región siempre surtió de talento a grandes orquestas y grupos de otros lares, hoy por hoy somos los que mayormente producimos talentos musicales y grupos que generalmente comienzan por la gaita zuliana.
No obstante las épocas de la gaita, el gaitero sigue y seguirá siendo el catalizador de todas las cosas que suceden en su entorno, en la nuestra y en otras regiones; el que día a día más piensa en su tierra, en La Chinita o Santa Lucía; en sus amigos y su familia; aquel que se va de vacaciones a otra región y quiere regresar pronto, el que hace sus labores diarias escuchando siempre gaitas, el que vive cada situación y la refleja en su gaita, el que se reúne con amigos para compartir cosas y costumbres, el que asiste y reza en San Juan de Dios y asiste a la bajada de nuestra Virgen y a su aurora; el que añora nuestras ferias marabinas, el que no cesa de alabar lo grande de nuestro lago y puente, el que se desvive por nuestras navidades y la hospitalidad de su gente, y el que adora ver a su gente alrededor.
Felicidad y mucha vida a mis colegas gaiteros en nuestro día.
Y EN ESPECIAL EN HONOR A LO QUE SE HAN IDO:
Ricardo Aguirre González
José Chiquinquirá Rodríguez
Virgilio Carruyo
Astolfo Romero
Jesús Reyes
Jesús Bravo González
Nelson Martínez
Pedro Colina
Ender Paz
Fernando Rincón
Néstor Rincón
Pedro Suárez
Altagracia Vilchez
Blanca Morales
Leandro Lenin Montiel
Bernardo Bracho
Mario Zuleta
Ray Correa
Leandro Soto
Heberto Larreal
José Angel Huerta
Humberto Ovejo Sánchez
Jorge Villalobos
Manuel Gil
Luís Ferrer
Simón García
Sundin Galue
Ciro Colleyo
Isidro Fuenmayor
Angel Roberto Medina
Jesús Lozano
Luís Oquendo Delgado
Antonio José Pachano
Heberto Pedraja
Firmo Segundo Rincón
José Ríos
Ender Linares
Alberto Silva
Douglas Soto
Angel Sarabia
Antonio Espina
Hugo Morales
Freddy Riera
Ramón Quintero
Y a otros que se me pueden escapar de la memoria.
¡FELIZ DÍA DEL GAITERO!