NO HAY “QUINTO” MALO, Y MENOS SI ES “CRIOLLO”
Lo que se inició como una emulación del Quinteto Contrapunto hace treinta y cuatro años, en poco tiempo se convirtió en una referencia musical de Venezuela, llevada a escenarios internacionales con la calidad y el sabor de lo nuestro, y en este caso demostrando con sobrada razón que no hay “Quinto” malo, y menos si es “Criollo”.
El Quinto Criollo nació en los albores de la década de los setenta, específicamente el 21 de mayo de 1971, como una disidencia de la Coral Navideña de Luis Soto Villalobos.
Iván Burgos se unió entonces a Amada Campbell, Eduardo Morales, Francisco Arrieta y Lisbella González, y conformaron el quinteto vocal Quinto Criollo, iniciando sus presentaciones en centros universitarios y culturales.
En 1973, Hernán Gamboa, cuatrista de Serenata Guayanesa, los indujo a crear un repertorio propio y más original, que no tardó en consolidar el éxito que venían obteniendo desde su fundación.
Quinto Criollo se apropio de la música venezolana y zuliana. Originales versiones de temas conocidos, y no tan conocidos, son parte de la muestra musical de Quinto Criollo.
En 1976 grabaron su primer disco, producido por el maestro Hugo Blanco y cuya carátula fue un trabajo de Francisco “Paco” Hung. A partir de entonces no se hicieron esperar las presentaciones televisivas, la primera de ellas en Venezolana de Televisión; así como las sucesivas producciones discográficas y giras dentro y fuera del país.
El lapso comprendido entre los años 1981 y 1993 apagó de manera voluntaria las cinco voces del Quinto Criollo, pero 1993 fue el año del renacimiento, gracias a los impulsos de tres de sus cinco fundadores: Amada Campbell, Lisbella González y Eduardo Morales, a quienes se unieron Rafael Soto y Nectario Sánchez, en sustitución de Iván Burgos y Francisco Arrieta.
Esta nueva etapa de Quinto Criollo combina la polifonía de las cinco voces con la instrumentación de cuerdas y percusión. El nuevo sonido de Quinto Criollo no mermó la aceptación del público y los círculos culturales; de hecho en el mismo año de su regreso a los escenarios, obtuvieron el Premio Nacional de la Canción Popular.
En 1996, al cumplir sus primeros veinticinco años, Quinto Criollo fue exaltado a Patrimonio Cultural de Maracaibo, y en acto reciente recibieron la Orden “Ciudad de Maracaibo”.
Treinta y cuatro años han pasado desde que Quinto Criollo irrumpió en el escenario de la música venezolana con un estilo y repertorio único. Los integrantes de Quinto Criollo se han dedicado además a investigar sobre los géneros musicales que forman parte de sus presentaciones y producciones discográficas, lo cual agrega otro mérito a su empeño por mantener vivas las raíces de la cultura popular.
De los integrantes originales permanecen Amada Campbell y Eduardo Morales. De la segunda etapa de Quinto Criollo siguen Rafael Soto y Francisco Arrieta, y más recientemente se incorporó la voz de Mildred González.
Este “Quinto”, más que bueno, y además “Criollo” es una prueba fehaciente que confirma nuestra premisa: “Lo nuestro es lo Mejor”.
