HOMENAJE. SABOR GAITERO E INVITADOS ESPECIALES LE CANTARON A “EL PARROQUIANO”
“¡Viva la gaita!”, gritó en el escenario León Magno Montiel para dar la bienvenida, a las 8:20 de la noche del pasado sábado, en el teatro Baralt. “¡Viva Astolfo Romero!”. El homenaje a “El parroquiano” reunió en un solo canto a 10 cantantes, en 27 temas que compuso Astolfo Romero. A seis años de su muerte ha sido recordado con sus letras, con la emoción con la que interpretaba sus canciones, con el amor y la pasión de ser marabino.
En la tarima se sintió el orgullo y otros sentimientos que, a su manera, fueron transmitido por la agrupación Sabor Gaitero y los invitados de la noche: Argenis Carruyo, Ricardo Cepeda, Danello Badell, Huáscar Barradas, Jorge Polanco, Elvis Martínez, Rafael “El Pollo” Brito, Gustavo Colina, Israel Colina y Marión Márquez.
Tres pantallas con la imagen de Astolfo Romero en sepia eran parte del testimonio de un hombre que nació y murió al son de la gaita.
“Y aún sigue vivo con nuestra música”, decía la presentadora y periodista Mariana Ferrer, quien, junto con León Magno Montiel, anunció a cada uno de los integrantes de Sabor Gaitero: “El floco” (furro), Humberto Sánchez “El ovejo” (tambora), Carlos Sánchez “El piquito” (charrasca), Manolo Medina (congas), Miguel Parra (bongó), Germán Ávila (piano), Marcos García (bajo), Humberto Bracho (guitarra), Ramir Salazar (cuatro). Ellos fueron los encargados de musicalizar la noche. Mientras que en el coro se encontraban: Luis Ángel Aguirre, Denis Daguín, Marcos Pibe y Alfonso Marín.
No podía faltar León Magno Montiel, que además demostró sus habilidades para moverse en el escenario como cantante, locutor, director y anfitrión.
El show
Con el sonido y la luz de los fuegos artificiales comenzó el tributo. La primera interpretación fue Somos la gaita; le siguió Quién me devuelve el Lago y en las pantallas proyectaron diferentes visuales de la ribera que bordea los municipios del estado Zulia.
En ese momento, salió a relucir la frase de Alí Primera: “Sin Lago no hay Puente”, e intervino el poeta Miguel Ordóñez, quien tuvo unas palabras armonizadas con más música: Gaita cacharra y Negrita cumbá cumbá.
A las 8:50, “El volcán de América”, Argenis Carruyo, retumbó el teatro con El paladín. En cuestión de un minuto, el cantante dejó escapar el llanto. “Yo me emociono mucho”, justificó las lágrimas. El público se levantó de los asientos y aplaudió como “…General en mil batallas”.
Carruyo, para el siguiente tema, El superior, invitó a su hijo —Ricardo— para que lo acompañara a cantar. “Me encantaría quedarme más tiempo, pero me tengo que ir; tengo que seguir trabajando”, explicó.
El espectáculo no perdió un instante de emoción. Fluía la interactividad entre el público y los artistas. Incluso, muchos amigos de Astolfo Romero pudieron compartir su testimonio mientras subían y bajan los cantantes invitados. Marina Salas fue una de las que habló de sus experiencias. “En mi patio se cantaron por primera vez muchas de sus gaitas. Fue un privilegio”. Y sonaron los temas: La deliciosa y La cardenalera.
El inolvidable éxito Estampas, en voz de Marión Márquez, fue halagador. Y la serenata improvisada de Rosa Nava, vicerrectora de La Universidad del Zulia, estuvo de “reality show”. No había motivos para aburrirse. Se vivieron muchas emociones y sorpresas. Danello Badell llevó su voz a su máxima potencia para cantar La piñata y La negra cocoa coa.
Ramir Salazar recordó vivencias del autor con Calle Soledad. La función continúo con solo de cuatro y poema, de la mano y voz de Gustavo e Israel Colina. Ellos le cedieron el lugar a “El Colosal” Ricardo Cepeda, con Sabor añejo y Alegre sabor.
La Chinita no se quedó por fuera. La imagen de patrona se paseó en las cuerdas del cuatro de Rafael “El pollo” Brito, en el tema Amor Chiquinquireño. “Hago esto con mucho respeto de la comunidad gaitera”, advirtió el intérprete del llamado neofolclor, antes de sacar de su garganta las letras de Tienda de Tobías.
Cerca de las 11 de la noche, el flautista Huáscar Barradas, el cuatrista Jorge Polanco y el bajista Elvis Martínez se robaron el resto del espectáculo. Y como debe ser, todos los participantes del homenaje en el escenario y en trabuco gaitero, en hermandad, en orgullo y compromiso entonaron Quién me devuelve el lago. La nostalgia inundó la noche.
Voces
RICARDO CHOURIO, Vocal Song. “Con este espectáculo en honor a Astolfo Romero me siento más maracucho, más zuliano. Él es un gaitero que pertenece a nuestra idiosincrasia”.
MANDY PEROZO, presentadora de televisión. “Ojalá no sea esta la única manera de recordar a un gran compositor y un gran hombre. Nos dejó una gran herencia: su música”.
RODRIGO CABEZAS, presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional. “Es un orgullo para todos nosotros que la gaita sea la reina del folclor”.
MIGDALIA SILVA, mamá de Marión Márquez. “Siempre me ha gustado la gaita; creo que por eso me salió una hija que adora cantarla. Ella estaba muy contenta de interpretarle un tema a ‘El parroquiano”.
RAFAEL RINCÓN, “Yo considerada a Astolfo Romero un relevo, lamentablemente se fue y aún yo estoy. El homenaje es muy merecido. Se deben reconocer los valores zulianos”.