Los conjurados disfrazados de poetas

- Publicidad -
- Publicidad -

El pueblo es un cierto cuerpo,
al que, se le puede atribuir una sola voluntad”

Thomas Hobbes (Inglaterra, 1588-1679)

La temporada gaitera 2015 ha sido fecunda. Por primera vez en muchos años, tenemos 15 grandes gaitas que gozan de una gran popularidad, con un excelente nivel artístico, y que seguramente; quedarán vivas en el cancionero popular. En lo personal, para mí ha sido una temporada de logros, publiqué mi libro “La gaita en crónicas” y fue elegido como “El libro del año” en la región. Vamos para la segunda edición, y ya lo he presentado en Argentina, Paraguay, Uruguay, Houston, Aruba y Montreal. Por otro lado, mi programa Sabor Gaitero celebró 31 años de vigencia y éxitos, ahora por la señal SUITE 89.1FM.

La mácula en este florido año para la gaita, ha sido la selección de gaitas en el “Festival de la Secretaría de Cultura”. Si bien la edición 2014 fue un éxito, cuando surgieron temas como “La viejita” de Ender Fuenmayor, “Olor a Navidad” de Ricardo Cepeda, “Que suene” de Energía Gaitera, Koquimba con “La gaita protesta” y Grupo Kla-C con “A mucha honra” cantando Rafael Pollo Brito. Con un jurado encabezado por José Luis García, Ricardo Hernández, Luis Enrique Torres, el maestro Rubén Cova y el arpista Gil Ferrer, entre otras celebridades.

Este año 2015, prevaleció la componenda, la exclusión artera; como dicen en el argot hípico: “arreglaron la carrera”. Los responsables directos de este pillaje artístico, quienes además de encargados directos, formaron parte del jurado, violaron el reglamento existente del año anterior (primera arbitrariedad). Todo concurso tiene como misión estimular a los participantes, al grupo o gremio al que se dirige, a los creadores; para ello, previamente debe tener publicado un reglamento, los aspirantes lo leen y deciden si participan o no, libremente, acogiéndose al mismo. Así pues, los encargados de este Festival, crearon nuevos criterios de evaluación, que nunca fueron publicados.

En este inédito caso, exigieron solo “medir la poesía”, sin tomar en cuenta lo más importante para seleccionar una gaita del año: su popularidad. Si revisamos la historia de la gaita, nos encontramos que los temas pioneros más premiados en nuestro género folclórico son: “La cabra mocha” y “Gaita zuliana”. Por ello, a esta última la llamaron “La campeona”, porque ganó todos los festivales en 1962. Analicen su poesía: como toda gaita costumbrista, privilegia la sencillez, con cuartetas octosílabas que el pueblo hizo suyas y las canta con facilidad, y con alegría.

Para evaluar las gaitas participantes, los responsables del festival, pidieron al resto del jurado que solo miraran a través de los ojos de Vicente Huidobro, César Vallejo, Octavio Paz y Pablo Neruda; siendo estos proponentes unos genuinos desconocedores en materia literaria. Una de las razones que esgrimieron los dos organizadores, que a su vez fungen como miembros del jurado, es: “Nosotros solo hablamos con compositores”. Como si de pan solo supieran los maestros panaderos: reconocer cuál es el mejor pan, sabe el pueblo, la gente común: ellos dicen con propiedad quién es el buen panadero. Igual pasa con la literatura, de buenas novelas saben los lectores, los escritores se caen a envidias entre ellos, establecen una guerra de egos.

De composición gaitera los que más saben y conocen son los hombres y mujeres de nuestras comunidades, los que cantan la gaita, los que la ejecutan con devoción. En puridad, el único que puede determinar cuál es la mejor gaita, es el colectivo, como ha pasado a través de la historia. Dejo para ilustrar esta idea, los ganadores del Premio Virgilio Carruyo, el galardón gaitero de mayor prestigio, en una retrospectiva que va de 2009 hasta 1974 cuando fue inaugurado:

AÑO GAITA CONJUNTO COMPOSITOR(ES) INTÉRPRETE (S)
2009 “Acompáñeme compadre” Mi Presente Jaime Indriago Argenis Carruyo

Ricardo Cepeda

2008 “La bajada de la Virgen” Los Compadres del Éxito Rafael Rincón González Deyanira Bravo
2007 “La Chupa Chupa” VHG Luis Escaray Luis Escaray
2006 “Canta mojanero” Gaita y Tradición Pedro Guerrero Carlos González
2005 “Las cosas buenas” Pillopo Neguito Borjas Danelo Badell
2004 “Canción de bronces” Zagales del Padre Vilchez Carlos L. González

Renato Aguirre

Priscarlina Vilchez
2003 “La fina estampa” Somos Luis G. Briceño Luis G. Briceño
2002 “Solo Dios sabe” Raíces José Fernández Carlos González
2001 “Con las manos en el pecho” Alitasía José Luis Pulgar José Luis Pulgar
2000 “Toda una vida” Iluminación Gaitera Wolfang Romero

Leandro Zuleta

Danelo Badell
1999 “El barrio de mis andanzas” Los Colosales Elías Hernández Ricardo Cepeda
1998 “Por allí se va la patria” VHG Luis Escaray Luis Escaray
1997 “En casa se larga el forro” La Parranda Gaitera Heriberto Molina Astolfo Romero
1996 “Gaita buena nunca envejece” Maragaita Ricardo Portillo Javier León
1995 “Conciencia” VHG Luis Escaray Luis Escaray
1994 “Madre es madre” Cardenales del Éxito Ricardo Portillo Ricardo Cepeda
1993 “Mi Ranchito” Cardenales del Éxito Ricardo Portillo Ricardo Cepeda
1992 “Gaita en procesión” Koquimba Carlos Vargas Oscar González
1991 “Grito de Gloria” Maragaita Wolfang Romero

Leandro Zuleta

Carlos Méndez
1990 “La ciudad más bella” Cardenales del Éxito Ricardo Portillo Ricardo Portillo
1989 “La Alianza” Gran Coquivacoa Neguito Borjas Neguito Borjas
1988 “Gaita de Molero” Gran Coquivacoa Neguito Borjas Neguito Borjas
1987 “Punta Icotea” Gran Coquivacoa Neguito Borjas Neguito Borjas
1986 “Las Cabras” Gran Coquivacoa Neguito Borjas Neguito Borjas
1985 “El Barbero” Pillopo Astolfo Romero Astolfo Romero
1984 “Cántame una gaita hermano” Birimbao Antonio Pachano Jerry Sánchez
1983 “La tienda de Tobías” Pillopo Astolfo Romero Astolfo Romero
1982 “Señora de mis pensamientos” Barrio Obrero Jairo Gil Carmencita Silva
1981 “Dos regalos” Barrio Obrero Jairo Gil Carmencita Silva
1980 “Boulevard” Hermandad Gaitera Orángel Parra

Miguel Ordóñez

Hermilio Suárez
1979 “Rapsodia Gaitera” Zagales del Padre Vilchez Jairo Gil Daniel Méndez
1978 “Las Napas” Los Tucusones Ana Stael Duque Nelly Ávila
1977 “Tierra Madre” Rincón Morales Luis Ferrer Fernando Rincón
1976 “Tócame la cabra mocha” Los Tucusones Ana Stael Duque Lula López
1975 “Sabor Añejo” Cardenales del Éxito Astolfo Romero Ricardo Cepeda
1974 “Mi Orgullo” Santanita Astolfo Romero Gladys Vera

El resto del jurado para El Festival en su edición 2015, estuvo compuesto por tres celebridades, tres entrañables amigos, honorables a toda prueba, ellos son: Jairo Gil, Rafael Molina Vílchez y el talentoso abogado, periodista y músico José Rafael Rivero: conductor del exitoso programa “Cambur Pintón”. Ellos se ajustaron a los parámetros que les plantearon, a la desquiciada normativa, aun cuando la objetaron, pero sin derecho a maniobra: ellos simplemente siguieron las instrucciones.

Ahora, ¿qué buscaban con estas directrices amañadas? Pues, sacar de concurso las gaitas más populares, las que tienen mayores cualidades y atributos para ser elegidas como “Gaitas del año 2015”. Por ello inexplicablemente excluyeron: “El zaperoco” de Dennys Araujo cantado por Argenis Carruyo. “La zulianita” de Cheo Fernández cantada por Danelo Badell. “La flor del taparo” cantada por José Alberto Papupapa con Alitasía. “El luchador” cantada por Jerry Sánchez y Querales, “Gaita de 1810” con Gaita Nuestra, del cantautor Ender Calixto. Con esta última argumentaron que en esa época no había gaitas, cuando El Quinto Criollo grabó “Gaita a Santa Lucía” del siglo XVII y todos conocemos “Glorioso San Sebastián” del siglo XVIII; muy anteriores a 1810; entre otras patrañas.

Por ello recuerdo que los hípicos hablan de “arreglar la carrera”, esa práctica falaz donde dejan uno o dos buenos caballos corriendo, con los potros que no llevan chance alguno, para garantizarse así el ponerle la mano al botín.

Ante este atropello, levanté mi voz de denuncia y el 90% de los usuarios de la radio y de las Redes Sociales se han solidarizado conmigo, con los afectados y con las gaitas que tienen el auténtico apoyo popular. Y a pesar de las amenazas, intimidaciones, llamadas coercitivas que los conjurados y sus secuaces han realizado; la mayoría sigue apoyando nuestra denuncia, señalando a los culpables del fraude, y tratando de hacerle justicia a los autores denostados.

La impunidad alimenta el delito, por ello, no podemos callar.

Cuando revisamos la historia contemporánea de la gaita, concluimos que los festivales más exitosos, han sido: “Virgilio Carruyo” en el cual, quienes elegían la gaita del año eran los locutores de programas gaiteros; siempre la radio presente, el medio que ha sido el mayor promotor de la gaita, el que propició su boom nacional en los años 60, que luego fue respaldado por la televisión. Los locutores Marcos Vinicio Ramírez y Luis Guillermo Cristalino, a principio de diciembre leían las planillas de votación de cada radiodifusor, era un acto solemne, un programa que paralizaba a la ciudad entera. Ese festival de gaitas Virgilio Carruyo, moderaba el debate gaitero en todo el país, dictaba la pauta, por eso hizo historia.

El segundo más exitoso ha sido El Festival Pampero, el cual animé en tres ocasiones, lo conocí por dentro. Tuvo jurados de la calidad de Francisco Machorro Morales, Rómulo Enrique Semprún, Humberto Mamaota Rodríguez, Miguel Delgado Estévez. Nunca nadie protestó un veredicto, el pueblo le dio su apoyó unánime siempre.

Este 2015 mataron la expectativa, ya a nadie le interesa a quién “le darán los cobres”, porque ganador no habrá, es evidente. La guinda ha sido, que Gaiteros de Pillopo, quienes celebran 35 años de fundados, participó con una gaita de Wolfang Romero y Leandro Zuleta grabada en 2012 por Iluminación Gaitera, solo que la camuflaron cambiándole el título. Y al respetado Barrio Obrero, conjunto que celebró 60 años de fundado, lo inscribieron fuera del lapso reglamentario, de forma express, nadie de Cabimas vino a inscribirlo formalmente, y con una gaita que dicen “es de la autoría de Chinco Rodríguez”, autor que murió en 1975, hace 40 años; y aun así, no se ha investigado el origen de esta pieza musical de forma seria, sistematizada, confiable. El fundador y presidente del Barrio Obrero, mi amigo Héctor Silva Narváez, me confesó en una conversación telefónica: “No estuvo de acuerdo con participar en ese festival”.

Entonces lector, en el 2016 usted puede decir que encontró en una gaveta, una gaita de Astolfo Romero, sin que nadie lo certifique, y la inscribe y gana, sin más explicaciones, así de sencillo (?).

La gaita está íntimamente ligada al pueblo que la creó, una gaita sin popularidad es materia inane, es ruido solitario, un jolgorio inerte. La gaita no pertenece a las élites, es la voz del pueblo, por tanto: es la voz de Dios hecha folclor. Quien niegue que la popularidad es lo más importante para elegir la gaita del año, está desconociendo que Luis Ferrer y Renato Aguirre solo han ganado una vez la gaita del año, pareciera que el pueblo premia la sencillez. En cambio los compositores costumbristas como Astolfo Romero, Luis Escaray, Ricardo Portillo, Pachano, Jairo Gil y Neguito Borjas, la han ganado en varias ocasiones y sus temas se han convertido en clásicos.

Rafael Rodríguez, uno de los compositores más admirados, en un verso certero expresó:

“Del pueblo es la gaita
su más preciado tesoro
por eso la canta
con fuerza y fervor sonoro.
Le acompañará una eternidad,
quedará por siempre
como una marca de identidad”

(Rodríguez, 2000)

Hombres como Pedro Colina, Octavio Urdaneta, Wanerge Castillo Finol, Jaime Romero, Ramón Soto Urdaneta, Carlos Ernesto Bohórquez, Marcos Vinicio Ramírez, Nelson Chacín, Chavín, Ángel Martínez González y Francisco Hidalgo. Y mujeres de la talla moral y profesional de Betty Alvarado, Morelia González, Moraima Gutiérrez y Mariana Ferrer Mello; son la mayor prueba de que la gran promotora de la gaita es la radio y sus voces llenas de credibilidad. La mala praxis de la payola, la han ejercido los circuitos caraqueños con sus adláteres en el Zulia; y tres o cuatro menesterosos locales, realmente: una triste minoría.

Hagan o no la final este año 2015, no tendremos “La gaita del año”. En todo caso, no tendrá la misma importancia.

Es lamentable que a un hombre de la cultura, un auténtico sembrador de cantos como lo es el sociólogo Giovanny Villalobos (actual Secretario de Cultura GBZ) le hayan quedado tan mal los individuos a quienes les asignó la responsabilidad de coordinar el jurado. Sabemos de su impecable trayectoria como catedrático y como cultor popular, lo admiro: prueba de ello, es que mi tesis de Magíster Scientiarum de la UNICA la dediqué a él, a su respetable trayectoria.

El gaitero es un líder natural de nuestra comunidad, y ahora su obra está extendida a toda Venezuela. Su canto solo tiene sentido cuando la comunidad lo entona, lo replica, lo hace parte de su memoria musical. Con festivales truncados como este, solo logramos ponerle sordina a la gaita, enlodarla más, sobre todo, cuando sabemos que se encuentra maltrecha por la industria cultural, asediada por sus ejecutivos de moral utilitaria, los impositores de modas extranjerizantes.

- Publicidad -